domingo, novembro 11

Miquel Barceló, Maiorca / Espanha - pintor contemporâneo

La grotte, 2002, técnica mixta sobre tela
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Fruits de Novembre, 2004, técnica mixta sobre tela

Pluja contracorrent II, 1991, técnica mixta sobre tela

Poisson coupé en sept parties, 1986, técnica mixta sobre tela

Bâteau B.N., 1984, técnica mixta sobre tela

Grand Crâne Central, 2006, técnica mixta sobre tela

Grand fonds submarin, 2001, técnica mixta sobre tela

De rerum natura, 1992, técnica mixta sobre tela

Porto Corvo, 1984, técnica mixta sobre tela

Caballos y raíces, 2000, técnica mixta sobre tela

Atelier sepia avec modèle, 1994, técnica mixta sobre tela

Fum de cuina, 1985, técnica mixta sobre tela

Fuerte Marejada, 2003, técnica mixta sobre tela

In Vitro, 1987, técnica mixta sobre tela

Sin título, 1992, técnica mixta sobre tela

Els Diaris Vells, 2004, técnica mixta sobre tela

Bodegón, 1984, técnica mixta sobre tela

La plata, 1987, técnica mixta sobre tela


Smoke and water, 1987, técnica mixta sobre tela

La rosa blanca, 1986, técnica mixta sobre tela

Deux saussures, deux fenêtres, 1986, técnica mixta sobre tela
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Tête de gorille albinos, 1999, técnica mixta sobre tela
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Miquel Barceló nasceu a 8 de Janeiro de 1948, em Felanitx, Maiorca
Estudou no Instituto de Felanitx, e logo depois iniciou os estudos de arte na Escola de Artes e Ofícios de Palma de Maiorca. Continua os estudos em Barcelona na Escola de Belas Artes de Sant Jordi onde se increveu em 1975 mas frequenta-o apenas durante alguns meses. Em 1976 incorpora um grupo maiorquino de arte conceptual chamado Taller Lunatic.
O reconhecimento internacional chegou depois da sua participação na Bienal de São Paulo em 1981 e na Documenta de Kassel em 1982. Uma das suas principais características é o tratamento da matéria pictórica nas suas pinturas para conseguir efeitos de relevo. Miquel Barceló pretende incorporar o ritmo da vida e do tempo nas suas pinturas. É obcecado com o significado da arte e como a pintura pode gerar significado. Desde que viajou para Paris em 1975, absorveu uma grande variedade de influências artísticas e literárias: da tradicional pintura espanhola de Velázquez, Miró e Tapiés, de seus contemporâneos como Keith Haring, Jena-Michel Basquiat e Francesco Clemente, que conheceu como único representante espanhol na 7.a Documenta de Kassel, 1982.
As suas obsessões com a materialidade e o significado da pintura fundiram-se de uma forma explosiva quando abandonou a Europa em 1988 para experimentar a vida em África. Não estava à procura de algum tipo de exotismo nostálgico ou de nobreza selvagem, mas apenas para abandonar tudo o que lhe era familiar e confrontar a incerteza. Neste ambiente estranho, longe de todas as referências europeias, o seu trabalho sofreu uma enorme transformação.
A escassez dos materiais típicos da arte criou-lhe a necessidade de usar tudo o que pudesse encontrar: pigmentos locais e sedimentos marinhos são alguns exemplos. Quando regressou à Europa, este desenvolvimento encontrou expressão em enormes telas, que se tornaram a sua imagem de marca. Barceló limpou as suas telas de todas as referências culturais e autobiográficas que até aí eram frequentes e explícitas, substituindo-as por enormes extensões paisagísticas. Nesta fase as suas pinturas tornaram-se brancas, desoladas e desprovidas de ironia. Mas este branco não significa ausência mas o evitar do excesso. Fisicamente as superfícies eram ainda construídas com camadas de resina, tinta e verniz.
As viagens e estadias pela Europa, Estados Unidos da América e África ocidental marcaram a sua trajectória artística ao longo do tempo. A sua obra reflecte interesse pelos motivos procedentes da natureza, tanto terrestre como marítima, tratados numa paleta densa, espessa e geralmente obscura, sendo já uma influência para artistas mais jovens.
Expôs pela primeira vez individualmente num museu em 1985 no CAPC de Bordéus: uma selecção de trabalhos do período entre 1983-1985 que foi também apresentada no Palacio de Velázquez de Madrid, em Munique e em Boston. Em 1996, sob a organização do Ministério da Cultura francês, apresenta em Paris no Centro Georges Pompidou e na Galeria Nacional Jeu de Paume uma ampla série de trabalhos - telas de grandes formatos, desenhos, esculturas - realizados desde a sua primeira viagem a África, grande parte deles inspirados na descoberta daquele continente.
Em 1998 numa exposição retrospectiva no MACBA, Barcelona, apresenta uma grande parte da sua obra realizada entre 1987 e 1997. No ano seguinte, numa outra grande exposição retrospectiva no Museu Nacional Rainha Sofia, Madrid, a sua obra sobre papel realizada entre 1979 e 1999. Ainda em 1999 recebe o Prémio Nacional da Catalunha de Artes Plásticas. Em Junho de 2003 foi laureado com o Prémio Príncipe das Astúrias para as Artes.
Fonte: Wikipédia, Biografias
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Crítica:
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Su meteórica carrera y el reconocimiento internacional hacia su obra, en la que la simbiosis entre la naturaleza y el arte, los elementos pictóricos y los materiales orgánicos han sido una constante, convirtieron a Miquel Barceló en el ídolo a imitar para los jóvenes artistas. Nacido en la localidad mallorquina de Felanitx (1957), sus primeros contactos con el arte fueron a través de los pinceles de su madre, que retrataban los paisajes de la isla.
Pero fue su primer viaje a París, en 1974, el que le abriría los ojos al ARTE con mayúsculas, a través de las obras de Paul Klee, Fautrier, Wols y Art Brut. Dos años después realizaría su primera exposición individual, bajo el título de 'Jeroglíficos mudos'.
Ya entonces destaca en su pintura el interés por la naturaleza, que le llevó a unirse a la batalla ecologista contra la urbanización de la isla Dragonera, en la que permaneció durante días, pintando únicamente con los materiales que encontró. Desde entonces, la incorporación de elementos orgánicos a sus creaciones y la búsqueda de los orígenes convirtieron señas de identidad.
La década de los 80 supuso para Barceló una etapa muy fructífera, marcada por los viajes a París, Nápoles, Portugal y las exposiciones internacionales, que culminaría con la concesión del Premio Nacional de Artes Plásticas en 1986. Ese mismo año Barceló se instala en Cap Farruxt (Mallorca) el epicentro de su producción.
Su primer viaje a África, en 1988, marcó un antes y un después en su pintura y le otorgó un aura de viajero y aventurero romántico que engrandeció la dimensión artística de este creador con alma de niño venerado como una estrella de rock.
Además de la pintura, Barceló experimenta con la cerámica, la ilustración, la escenografía artística, sin renunciar a sus viajes en los que el contacto directo con la naturaleza, con los paisajes y sus gentes queda patente en sus obras. "Tengo una relación muy fuerte con las cosas que me rodean. Pinto lo que como" ha afirmado Barceló, para quien el arte es "producto de la necesidad", un "milagro irrepetible" que no es necesario definir, que nunca se acaba de entender.
Durante su trayectoria han sido frecuentes las colaboraciones con otros artistas como Javier Mariscal, Tápies, Sicilia; los escritores Paul Bowles y Evgen Bavcar y los cantaores flamencos Rancapino y Camarón de la Isla.
El interés de la crítica por el 'fenómeno Barceló', consagrado ya como uno de los grandes artistas españoles contemporáneos, continuó creciendo, y los documentales, retrospectivas sobre su obra y exposiciones en todo el mundo se suceden durante toda la década de los 90, en la que reparte su tiempo entre Mallorca, Malí y París.
Entre sus últimos proyectos destaca el recubrimiento cerámico de la Capilla de Sant Pere de la Catedral de Palma de Mallorca, la ilustración del libro 'La Divina Comedia', de Dante Alighieri, editado por el Círculo de Lectores o los decorados y el vestuario de la ópera de Mózart, 'El rapto del Serrallo'.
Marta Arroyo
Cultura El Mundo Es
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Miquel Barceló pinta la cúpula de la ONU:
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El artista Miquel Barceló, nacido en Felanitx, Palma de Mallorca, se encuentra a los 50 años ante el gran reto de su carrera, pintar la cúpula de 1.500 metros cuadrados del palacio de las Naciones Unidas de Ginebra (que a partir de ahora se va a llamar de los Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones).
Según explica él mismo “será la pintura llevada a sus límites físicos”; y agrega que lo “acojona bastante” y que “es una obra apasionante aunque complicada. Me forzará a llevar al extremo mi modo de trabajar. Estoy acostumbrado”.
También comenta que "en cada elemento habrá capas y colores sobrepuestos, como en una cebolla”, aunque no quiere hablar mucho de “cómo es y se gesta la obra porque trae mala suerte".

Para su gran obra, Barceló utiliza 30 toneladas de pintura y pigmentos, y dice “aún estamos experimentando con materiales. Hacemos pruebas y observamos muchos detalles. Casi todo está en ciernes”.
El artista no está solo, tiene a su alrededor “una quincena” de colaboradores y especialistas franceses, suizos y españoles; y está bajo la tutela de Eudald Guillamet, experto restaurador que ya trabajó en la tumba de Ramsés VI y en la recuperación de pinturas rupestres.
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